Las condiciones físicas y ambientales resultan determinantes para la exactitud de las mediciones, ya que cualquier variación en los valores de temperatura, presión atmosférica, humedad, etc., representa una posibilidad de error tanto en la toma como en la interpretación de lecturas.
Las normas generales en materia de estandarización de laboratorios de metrología, señalan los siguientes puntos como esenciales cuando se pretende llevar a cabo la construcción o mejora de un espacio destinado a las actividades de medición:
1) Temperatura: Por lo regular se consideran 20°C como una temperatura adecuada, aunque este valor puede variar y depende del tipo de experimento o técnica de medición que se utilizará en el proceso. Se recomienda que en caso de ser requerida una variación de temperatura, ésta sea suave.
2) Humedad: Se recomienda que sea lo menor posible, por lo regular se consideran valores por debajo del 50%.
3) Presión Atmosférica: Cualquier variación de la presión atmosférica contribuye a la salida o entrada de aire contaminado, lo que puede afectar a los aparatos de medición, por tanto, se recomienda que para laboratorios de metrología, la presión sea ligeramente mayor al valor de la presión atmosférica, lo que evita la entrada de aire contaminado, en caso contrario, si se tiene un laboratorio biológico, cuyo mayor riesgo sea la salida del aire contaminado, se procurará que la presión sea menor al valor de la presion atmosférica.
4) Red Eléctrica: Se debe limitar a valores normalizados para evitar daños a los aparatos de medición.
5) Polvo: Las partículas orgánicas que contiene contribuyen al desgaste de los aparatos de medición. También debe considerarse que, en los laboratorios de interferometría, la presencia de este elemento modifica el comportamiento de la luz.
6) Vibración y Ruido: Es importante evitarlos debido a que las mediciones, sobre todo cuando son mecánicas, se alteran con facilidad.
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